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¡Tres meses sin salario! Trabajadores de limpieza del Hospital Isidro Ayora exigen respeto a sus derechos laborales

La mañana de este miércoles, los exteriores del Hospital Isidro Ayora, el centro médico más importante de la provincia de Loja, fueron el escenario de una manifestación pacífica protagonizada por cerca de 40 auxiliares de limpieza, trabajadores tercerizados de la empresa UltraLimp, quienes han alzado su voz tras tres meses sin recibir su salario.

Con pancartas en mano, mensajes de exigencia y un profundo malestar acumulado, los trabajadores se concentraron para exigir que se respeten sus derechos laborales. “No es justo que trabajemos día a día, expuestos a riesgos, a infecciones, manipulando residuos, y no se nos pague. Ya no podemos esperar más”, expresó una de las manifestantes, quien pidió mantener su nombre en reserva por temor a represalias.

Condiciones precarias en un espacio de salud pública

Los auxiliares de limpieza aseguran que, a pesar de los reiterados pedidos, la empresa UltraLimp no ha dado solución al atraso de sus sueldos. “Nos deben enero, febrero y marzo. Algunas compañeras son madres solteras, otras están enfermas. ¿Cómo viven tres meses sin ingresos? Esto es inhumano”, reclamó otra trabajadora durante el plantón.

La situación ha afectado no solo su economía familiar, sino también su salud emocional y física. Aseguran que continúan cumpliendo sus turnos, muchas veces con recursos propios para trasladarse al hospital o incluso comprando implementos de limpieza básicos que deberían ser proporcionados por la empresa.

Tercerización que precariza

Este no es un hecho aislado. La figura de la tercerización laboral, especialmente en entidades públicas como hospitales, ha generado múltiples conflictos a nivel nacional. Empresas como UltraLimp son contratadas por el Estado para servicios complementarios como limpieza o seguridad, sin embargo, la falta de control y seguimiento oportuno por parte de las entidades contratantes termina afectando directamente al eslabón más vulnerable: los trabajadores.

“Lamentablemente, esto se repite todos los años. Hoy son los auxiliares de limpieza, mañana pueden ser los guardias o el personal de cocina. Necesitamos que el Estado asuma directamente estos contratos, o al menos fiscalice con rigor a las empresas contratadas”, señaló un representante del gremio de salud que se solidarizó con los manifestantes.

Silencio institucional y llamados urgentes

Hasta el cierre de esta edición, ni la empresa UltraLimp ni el Hospital Isidro Ayora han emitido un pronunciamiento oficial sobre esta situación. Los trabajadores, en cambio, anuncian que si no hay respuesta en los próximos días, radicalizarán sus acciones con paralización de actividades.

Los afectados también hacen un llamado a la Gobernación de Loja, al Ministerio de Salud Pública y a la Defensoría del Pueblo para que intervengan de forma urgente. “No estamos pidiendo favores, estamos exigiendo lo justo: que nos paguen por lo que hemos trabajado. Solo queremos dignidad”, enfatizó una vocera del grupo.

Este caso visibiliza una vez más las grietas del sistema de salud pública en Ecuador, donde quienes sostienen con su esfuerzo diario la limpieza y el orden de los hospitales, son relegados y vulnerados. El Estado, la empresa y la ciudadanía deben mirar con seriedad estas demandas. El trabajo digno no es negociable.