En medio de una nueva configuración política nacional tras las elecciones del 9 de febrero de 2025, el movimiento Pachakutik ha emitido un pronunciamiento categórico que busca delimitar claramente quiénes están autorizados para hablar en nombre de su organización. Según el comunicado oficial difundido en redes y confirmado por voceros autorizados, únicamente el Coordinador Nacional del movimiento y el asambleísta Alex Toapanta, en su calidad de Jefe del Grupo Parlamentario, pueden realizar declaraciones públicas en representación de Pachakutik.
Este pronunciamiento no es menor. Ocurre en un momento en el que el movimiento indígena-político enfrenta desafíos de cohesión interna, presiones externas desde el nuevo Ejecutivo y la necesidad urgente de reposicionarse dentro de un Parlamento fragmentado.
¿A qué responde este llamado a la disciplina orgánica?
Fuentes dentro del movimiento señalaron que la aclaración se produjo tras una serie de declaraciones emitidas por actores regionales de Pachakutik, quienes habrían difundido posturas políticas en nombre de la organización sin tener el aval del Consejo Nacional. Algunos de estos pronunciamientos versaban sobre alianzas legislativas, apoyo a ciertas leyes y posturas frente al gobierno de Daniel Noboa, generando confusión tanto entre las bases como en el electorado.
“Rechazamos cualquier declaración realizada por personas que no cuenten con autorización del movimiento a nivel nacional. Estas opiniones no representan la línea política ni la estrategia actual de Pachakutik”, reza el comunicado difundido la tarde del 27 de abril de 2025.
Alex Toapanta: la nueva voz oficial en el Parlamento
La reafirmación de Alex Toapanta como única voz autorizada en el ámbito legislativo responde a la necesidad de unificar criterios y reforzar el liderazgo del bloque. Toapanta, conocido por su trayectoria como activista y su defensa de los derechos colectivos de los pueblos originarios, ha sido uno de los rostros más visibles del movimiento desde su ingreso a la Asamblea Nacional.
Según fuentes legislativas, Toapanta estaría liderando una estrategia de reconstrucción del bloque de Pachakutik, con el objetivo de reposicionar al movimiento como un actor bisagra entre la izquierda progresista y sectores independientes. Sin embargo, este esfuerzo podría verse obstaculizado si continúan las descoordinaciones internas y las vocerías paralelas.
Pachakutik en el nuevo mapa político del país
Las elecciones del 9 de febrero modificaron el equilibrio político en el Legislativo. Aunque Pachakutik no obtuvo la representación que había proyectado tras su desempeño en elecciones anteriores, conserva un número significativo de asambleístas que podrían inclinar la balanza en votaciones clave.
En este contexto, la consolidación de un discurso unificado se vuelve esencial. “La diversidad es parte de nuestra estructura orgánica, pero eso no puede confundirse con anarquía discursiva”, mencionó un dirigente del movimiento en reserva. La disciplina política es, ahora más que nunca, un recurso estratégico.
Los retos que enfrenta el movimiento
La historia de Pachakutik ha estado marcada por tensiones internas, fracturas y disputas regionales. En años recientes, figuras que otrora fueron centrales han abandonado la organización denunciando autoritarismo o falta de representatividad de las bases. A pesar de ello, el movimiento ha logrado mantenerse como una fuerza política relevante, con capacidad de movilización y con fuerte influencia en sectores sociales clave.
Este llamado a la unidad discursiva pretende evitar errores del pasado. Con un gobierno de Noboa fortalecido tras las recientes elecciones y con una sociedad civil expectante frente a decisiones urgentes en materia económica, educativa y de seguridad, Pachakutik enfrenta el reto de definir su papel: oposición, veeduría crítica o actor propositivo.