Misa para mascotas en el Centro Histórico de Quito este viernes 4 de octubre
Este viernes 4 de octubre, la Iglesia San Francisco, ubicada en el corazón del Centro Histórico de Quito, acogerá una ceremonia muy especial: una misa dedicada a la bendición de las mascotas. El evento coincide con la festividad de San Francisco de Asís, el santo patrono de los veterinarios, animales y ecologistas, quien es reconocido por su profundo amor hacia todos los seres vivos y su conexión con la naturaleza.
La misa, que se ha convertido en una tradición muy querida por los quiteños, comenzará a las 15:00 y se espera la asistencia de aproximadamente 300 mascotas, quienes recibirán una bendición especial de parte del sacerdote encargado de la ceremonia. Durante el evento, el sacerdote esparcirá agua bendita sobre los animales de compañía, como símbolo de protección y gratitud por la compañía que ofrecen a los seres humanos.
San Francisco de Asís, quien dedicó gran parte de su vida a cuidar y proteger a los animales, fue proclamado por el Papa Juan Pablo II como el patrono de los veterinarios y de los animales, y es venerado en todo el mundo por su capacidad para comunicarse y meditar con las criaturas de la naturaleza. Por esta razón, cada año se celebra una misa en su honor, no solo para bendecir a las mascotas, sino también para recordar la importancia de cuidar y respetar a todos los seres vivos.
Este evento tiene un significado especial, ya que también coincide con el Día Mundial de los Animales, una fecha que busca concienciar sobre la importancia de la protección y el bienestar animal en todo el mundo. La comunidad quiteña, amante de los animales, se reúne con sus mascotas para compartir este momento de devoción y agradecimiento, reafirmando el lazo espiritual que une a las personas con sus compañeros animales.
Se invita a todos los dueños de mascotas a participar en este acto, que no solo es una oportunidad para bendecir a sus animales de compañía, sino también para reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos hacia los seres vivos y el medio ambiente. La Iglesia San Francisco, con su arquitectura histórica y su ambiente acogedor, ofrece el escenario perfecto para este emotivo encuentro entre la fe, la naturaleza y la comunidad.