Después de semanas de tensión política por el proceso de remoción contra el alcalde de Loja, finalmente la administración municipal comienza a ejecutar obras emblemáticas que buscan responder a demandas históricas de la ciudadanía. Entre ellas, destaca la esperada reconstrucción del puente de La Argelia y la alcantarilla multiplaca en Vicente Rocafuerte.
Luego de dos intentos previos y un ambiente cargado de incertidumbre institucional, el Municipio de Loja ha iniciado los trabajos preliminares para la construcción del nuevo puente de La Argelia, un proyecto de vital importancia para la conectividad y seguridad vial de la ciudad.
La empresa OC Ingenieros ha sido contratada para realizar el levantamiento topográfico, tarea que marca el arranque oficial de la obra. El contrato establece un plazo de ejecución de cinco meses, y una inversión cercana a los 424 mil dólares.
Una obra esperada por años
El puente será una estructura de hormigón armado, de 18 metros de ancho por 16 metros de largo, con veredas de tres metros a cada lado, brindando no solo mayor capacidad vehicular, sino también condiciones adecuadas para los peatones.
“Se han cumplido todos los procesos normativos que exige la ley. Estamos vigilantes de que se utilicen materiales de calidad”, aseguró el alcalde Franco Quezada, al referirse a la transparencia del proceso de contratación, en el que participaron siete oferentes.
La demolición de la antigua estructura y el desalojo de materiales iniciarán tras la etapa topográfica, y posteriormente comenzará la cimentación.
OC Ingenieros no es ajena a este tipo de proyectos; su representante, Fredy Uchuari, recordó que su empresa ya había edificado en el pasado el puente del sector ex Predesur, consolidando así su experiencia en infraestructura urbana.
Más obras: alcantarilla multiplaca en Vicente Rocafuerte
De forma paralela, en las próximas semanas también se dará inicio a la reconstrucción de la alcantarilla multiplaca en el barrio Vicente Rocafuerte, afectada severamente por las lluvias del pasado mes de marzo.
El contrato para esta obra, adjudicado a través del portal de Compras Públicas, se encuentra en fase de movilización. Romel Merchán, representante de la empresa responsable, indicó que están a la espera del pago del anticipo para iniciar los trabajos. El diseño contempla una alcantarilla de 50 metros de largo con muros laterales de hormigón, sobre los cuales se montará la multiplaca.
Una gestión bajo presión política
Pese al avance en las obras, la administración municipal enfrenta un momento crítico. El alcalde Franco Quezada ha sido formalmente notificado este 3 de junio, a las 16h05, sobre el proceso de remoción en su contra, tras la calificación oficial de la denuncia presentada por el ciudadano Ramiro Delgado, quien acusa al burgomaestre de incumplir resoluciones del cabildo.
La Comisión de Mesa del Concejo Municipal, integrada por los ediles Miguel Castillo, Lenín Cuenca y presidida por Pablo Carrión, fue la encargada de dar paso al proceso. La notificación legal fue entregada por la secretaria general Guisella Domínguez, en presencia de los miembros de la comisión.
Inicialmente, el alcalde habría evitado firmar la notificación, generando suspicacias sobre su disposición a enfrentar el proceso. No obstante, finalmente se validó la entrega formal del documento, con lo cual corre el plazo legal hasta finales de junio para que se conozca el desenlace final del caso.
Frente a las acusaciones, Quezada fue enfático:
“Este proceso es puramente político, promovido por quienes fueron derrotados en las urnas y buscan desestabilizar la gestión municipal. Nuestra prioridad sigue siendo atender las necesidades del cantón con obras concretas”.
Un momento definitorio para Loja
Mientras se instala el proceso de remoción y se alista la defensa legal del alcalde, la ciudadanía observa con expectativa el desarrollo de estos proyectos que durante años estuvieron en el limbo.
La reanudación de obras públicas podría marcar un punto de inflexión en la percepción sobre la actual administración, especialmente si estas se ejecutan con eficiencia, calidad y transparencia.
De momento, Loja parece retomar el camino de la gestión activa, aun en medio de las tormentas políticas. El reto ahora será consolidar la institucionalidad y garantizar que las necesidades de la ciudad no sigan subordinadas a intereses partidistas.