La temporada invernal continúa golpeando con fuerza a la provincia de Loja. En los últimos días, las intensas lluvias han provocado severos deslizamientos de tierra y caída de rocas, afectando gravemente la conectividad vial en varios sectores estratégicos. Uno de los puntos más críticos se localiza en la vía Loja-Malacatos, específicamente en el sector de Nangora, donde el tránsito vehicular se ha visto seriamente comprometido.
Un escenario de emergencia vial
El Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) confirmó que, debido a los deslizamientos, se ha establecido un régimen de paso controlado durante el día, mientras que en las horas nocturnas la vía permanece cerrada totalmente para facilitar los trabajos de limpieza y garantizar la seguridad de los usuarios.
La acumulación de material rocoso y lodo ha dificultado no solo la circulación de automóviles, sino también el paso de vehículos de carga y transporte público que dependen de esta arteria para la movilización entre Loja y los valles aledaños. Para cientos de familias, esta situación representa un reto diario, afectando su acceso a servicios básicos, centros de trabajo y actividades comerciales.
Intervención de personal y maquinaria
Desde el inicio de la emergencia, cuadrillas de trabajadores del MTOP y maquinaria pesada, como retroexcavadoras, cargadoras frontales y volquetes, se encuentran desplegadas en la zona afectada. Los operativos se enfocan en remover el material deslizado y estabilizar los taludes para evitar nuevos desprendimientos.
«Estamos trabajando sin descanso para habilitar completamente la vía y garantizar un tránsito seguro. Pedimos comprensión a la ciudadanía y sugerimos extremar las precauciones al momento de circular por el sector», manifestó un representante del MTOP en Loja.
Además, las autoridades han recomendado utilizar rutas alternas en caso de urgencias, ya que la estabilidad del terreno sigue siendo frágil debido a la saturación hídrica de los suelos.
Consecuencias económicas y sociales
Más allá de los inconvenientes logísticos, los impactos de la afectación vial también se sienten en la economía local. Agricultores, comerciantes y transportistas reportan pérdidas por la dificultad de trasladar productos frescos a los mercados de la ciudad. Malacatos, reconocido por su producción de frutas y café, ve mermada su dinámica comercial por la restricción del tránsito.
Asimismo, el turismo, uno de los motores económicos de Malacatos y su entorno, también sufre las consecuencias. En esta época, las visitas a los valles cercanos suelen incrementarse, pero la incertidumbre vial desanima a muchos potenciales visitantes.
Llamado a la prevención
Expertos en infraestructura vial coinciden en que las lluvias de este año están entre las más intensas de la última década. La falta de drenajes adecuados en algunos tramos de la red vial rural y la inestabilidad de los taludes naturales agravan el riesgo de deslizamientos.
Ante esta situación, las autoridades locales y provinciales han instado a mantener los planes de emergencia activados, realizar mantenimientos preventivos y fortalecer las acciones de vigilancia en sectores de alto riesgo.
Loja, conocida por su geografía montañosa y su clima variado, enfrenta el reto de gestionar sus infraestructuras ante los embates de la naturaleza, en un contexto donde la adaptación al cambio climático se vuelve cada vez más urgente.