El costo de vida en Ecuador continúa en ascenso, con cifras que ponen en evidencia una brecha significativa entre los ingresos y los gastos necesarios para cubrir las necesidades básicas. En noviembre de 2024, la canasta básica familiar alcanzó un valor de $804,79, mientras que el salario básico unificado (SBU) se mantiene en $460, lo que deja un déficit preocupante para la mayoría de los hogares ecuatorianos.
Salario básico 2025: Sin acuerdo entre empleadores y trabajadores
El Consejo Nacional de Salarios finalizó su segunda reunión en Quito sin lograr un consenso respecto al incremento del SBU para 2025. Ante este escenario, la decisión recaerá en el Ministerio de Trabajo, que aplicará la fórmula establecida en el Código del Trabajo.
Según la ministra Ivonne Núñez, el cálculo podría tomar en cuenta factores como la inflación o el crecimiento económico proyectado, aunque adelantó que cualquier incremento no superará los $10, similar al ajuste realizado en 2024. El nuevo salario básico deberá definirse antes del 20 de diciembre de 2024.
Situación laboral: Una PEA vulnerable
Más del 66% de la Población Económicamente Activa (PEA) no cuenta con un empleo ni ingresos estables, lo que agrava la situación económica en el país. La alta informalidad laboral, sumada al encarecimiento de la vida, pone en jaque la capacidad de muchas familias para cubrir sus necesidades básicas.
La inflación y el costo de vida
El valor de la canasta básica familiar evidencia el impacto de la inflación en productos y servicios esenciales. Aunque el incremento del salario básico unificado es esperado, los ajustes realizados en años recientes han sido insuficientes para cerrar la brecha entre ingresos y gastos.
El panorama económico para 2025 refleja un reto importante para el Gobierno y el sector privado: equilibrar las necesidades de los trabajadores con la capacidad de las empresas, especialmente en un contexto de desaceleración económica. La decisión sobre el salario básico será crucial para determinar si Ecuador avanza hacia una mejora en las condiciones de vida o continúa enfrentando dificultades para reducir la desigualdad económica.