El Archipiélago de Galápagos, reconocido mundialmente por su biodiversidad única, se enfrenta a una amenaza de gran magnitud: la presencia militar extranjera, particularmente la intervención de Estados Unidos. Ante esta situación, diversas organizaciones, colectivos, gremios y la comunidad local han unido fuerzas para formar la Coalición Contra la Intervención Militar en Galápagos, un movimiento destinado a manifestar su firme oposición a la instalación de bases militares estadounidenses en este territorio ecuatoriano.
El Ecuador como territorio de paz
El primer argumento en contra de la presencia militar extranjera en las islas Galápagos radica en la Constitución del Ecuador. El artículo 5 establece que el Ecuador es un territorio de paz, donde se prohíbe la presencia de bases militares extranjeras. Este principio fundamental de paz y no intervención es una de las piedras angulares del país, y permitir la presencia de fuerzas armadas de otro país vulneraría esta política y pondría en riesgo la integridad territorial de Ecuador.
El impacto ambiental: un riesgo para un ecosistema frágil
Galápagos es un espacio natural de importancia global, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Las organizaciones que conforman la coalición expresan su grave preocupación por el impacto ambiental que las operaciones militares tendrían en este frágil ecosistema. Las investigaciones sobre bases militares en otras regiones del mundo han mostrado que la actividad militar puede causar daños irreparables, como la destrucción de arrecifes de coral, alteración de rutas migratorias y contaminación por metales pesados. La posible entrada de equipos y materiales militares sin inspección también podría aumentar el riesgo de tráfico de especies, afectando directamente la biodiversidad de las islas.
La falta de consulta con las comunidades locales
Otro aspecto fundamental de la Constitución es el derecho a ser consultado cuando se tomen decisiones que afecten a las comunidades. En este caso, la instalación de bases militares no ha sido consultada con los habitantes de Galápagos, quienes se verían directamente afectados por las consecuencias de una mayor militarización en la región.
Un enfoque incompatible con la política local y la soberanía
Ecuador ha mantenido estrictas regulaciones para proteger las Islas Galápagos, estableciendo leyes para preservar la biodiversidad y el equilibrio ecológico del archipiélago. Sin embargo, mientras se aplica una estricta vigilancia sobre las actividades locales, como la construcción y el turismo, se pretende permitir la instalación de infraestructura militar extranjera, lo cual es incompatible con estas regulaciones y amenaza el objetivo de conservación del lugar.
Ineficacia en la lucha contra el narcotráfico
La presencia militar de Estados Unidos en países como Colombia y México ha demostrado ser ineficaz para frenar el narcotráfico. En lugar de centrarse en políticas de prevención y tratamiento del consumo de drogas, las bases militares se enfocan en una guerra contra las drogas que ha fracasado en su objetivo. La coalición considera que Ecuador debería optar por un enfoque más integral y menos punitivista, basado en la salud pública y en la resolución interna de problemas.