La capital lojana ha dado un nuevo paso en la lucha por el orden urbano, la salubridad y el respeto al espacio público. El Municipio de Loja, a través de su Dirección de Higiene y Gestión Ambiental, anunció la implementación de un régimen de multas de hasta ocho salarios básicos unificados (SBU) para propietarios de viviendas y locales comerciales que no mantengan limpios los frentes de sus inmuebles.
La decisión ha generado reacciones divididas entre la ciudadanía, pero desde la administración municipal aseguran que no se trata de una política recaudatoria, sino de una acción preventiva, educativa y correctiva que busca consolidar una cultura ciudadana basada en el respeto colectivo al entorno urbano.
🧹 Ordenanza en ejecución: limpieza como deber ciudadano
La medida se sustenta en el Código Municipal de Loja y una ordenanza vigente que establece la corresponsabilidad de los ciudadanos en la limpieza de los espacios contiguos a sus propiedades. Esto incluye el barrido de aceras, retiro de maleza, y el no dejar basura fuera de los horarios establecidos.
La sanción más alta, que asciende a ocho salarios básicos unificados (equivalentes a USD 3.680), está prevista para los casos reincidentes o cuando la acumulación de residuos genere riesgos sanitarios. Para situaciones menores, como la presencia de escombros o residuos vegetales, se contemplan sanciones desde un salario básico (USD 460).
“No estamos hablando de castigar, sino de hacer cumplir una obligación cívica. El orden no es solo tarea del Municipio, sino de todos”, declaró el director de Higiene, Ing. Mauricio Maldonado.
🏘️ Calles limpias, barrios seguros
La campaña va más allá de las sanciones. En paralelo, se ha activado una estrategia de educación comunitaria que involucra a juntas barriales, instituciones educativas y medios de comunicación. El objetivo es claro: prevenir antes que sancionar.
Según datos del Municipio, las zonas con mayor índice de infracciones son los barrios periféricos del norte y suroeste de la ciudad. En muchos casos, se detecta el uso de aceras como depósitos de materiales de construcción, basura doméstica o restos de poda, afectando no solo la imagen del barrio, sino también la movilidad y la salud pública.
La Empresa Pública de Aseo de Loja (Emaalep EP) ha identificado que en ciertos sectores la acumulación de basura en frentes de casas y locales comerciales representa hasta el 22% del total de residuos recogidos, lo que retrasa el barrido programado y eleva los costos operativos.
🗣️ Voces ciudadanas: entre la comprensión y la crítica
En un recorrido por sectores como El Valle, Amable María y San Sebastián, Diario Crónica conversó con ciudadanos que reconocen la importancia de mantener sus frentes limpios, pero también expresan preocupaciones.
“Estoy de acuerdo en que debemos limpiar, pero hay vecinos que tienen terrenos baldíos abandonados y botan basura. Todos pagamos por culpa de unos pocos”, manifestó Patricia Jiménez, comerciante de la calle Imbabura.
Desde la Cámara de Comercio de Loja se pidió que se acompañen las medidas con programas de reciclaje, horarios de recolección más eficientes y campañas informativas claras, para evitar malentendidos y sanciones innecesarias.
🔄 Cultura del cuidado urbano: más allá de la sanción
Loja ha sido históricamente reconocida por su orden y limpieza. Sin embargo, en los últimos años, factores como el crecimiento urbano desordenado, el incremento de zonas baldías y el uso incorrecto del espacio público han deteriorado esta imagen.
La administración del alcalde Franco Quezada Montesinos sostiene que este tipo de acciones son parte de un plan integral de recuperación urbana, que también contempla la regeneración de parques, el control del comercio informal y la mejora de la recolección de residuos.
“Queremos devolverle a Loja el brillo de ciudad limpia y ordenada. Esta es una corresponsabilidad: el Municipio actúa, pero la ciudadanía también debe comprometerse”, dijo el alcalde en una rueda de prensa.