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Gobierno y la controversia sobre la adjudicación del Campo Sacha: Comisión de Fiscalización afirma que Petroecuador sigue siendo capaz de operar el campo petrolero.

El país vivió una tensa rueda de prensa por parte del Gobierno, donde se abordó la reciente adjudicación del Campo Sacha a una empresa privada. La Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, tras analizar el caso, ha emitido un juicio crítico sobre esta decisión, subrayando que Petroecuador, la estatal petrolera, sigue siendo totalmente capaz de manejar el campo, a pesar de las explicaciones oficiales sobre la necesidad de privatización.

El Campo Sacha, uno de los principales yacimientos de petróleo en Ecuador, ha sido durante años una de las mayores fuentes de ingresos para el país. En este contexto, la adjudicación de este activo a una empresa con un capital suscrito de solo $2,000 ha generado un fuerte debate. Según los miembros de la Comisión de Fiscalización, este detalle pone en evidencia serias dudas sobre la capacidad real de la empresa para manejar y optimizar los recursos de un campo de tal magnitud.

La crítica de la Comisión ha sido contundente: «El capital suscrito de $2,000 es una cifra mínima que no refleja el nivel de responsabilidad y capacidad financiera que exige la operación de un campo petrolero de esta envergadura,» afirmaron los legisladores en un comunicado.

Petroecuador, ¿una empresa subestimada? Por otro lado, la Comisión recordó que Petroecuador no solo posee la infraestructura y experiencia necesaria, sino que también ha demostrado, durante años, su capacidad para mantener la producción de petróleo en el Campo Sacha sin grandes contratiempos. A pesar de las dificultades económicas y las presiones políticas, la empresa estatal sigue siendo la más capacitada para manejar esta actividad.

La controversia, por supuesto, no es nueva. En las últimas semanas, el Gobierno ha defendido la decisión de entregar la explotación a una empresa privada, argumentando que se trata de una medida necesaria para impulsar la economía y aumentar la inversión extranjera en el sector. Sin embargo, la Comisión de Fiscalización ha lanzado cuestionamientos sobre los posibles intereses detrás de la privatización y la falta de transparencia en el proceso.

Una privatización sin justificación clara En palabras de varios de los miembros de la Comisión, «la privatización del Campo Sacha debe ser profundamente analizada, ya que no existe una justificación sólida que explique por qué no se ha optado por mejorar las capacidades operativas de Petroecuador en lugar de entregar el campo a una empresa tan pequeña y sin la experiencia necesaria.»

Esto ha generado un fuerte rechazo en la ciudadanía, que no entiende por qué uno de los activos más importantes del país debe ser cedido a una compañía que, por sus características, no parece estar preparada para asumir semejante desafío.

El futuro del Campo Sacha y el petróleo ecuatoriano Este asunto no solo tiene repercusiones políticas, sino también económicas. Ecuador depende en gran medida de los ingresos provenientes de la explotación del petróleo para financiar el presupuesto nacional. Por ello, la Comisión de Fiscalización ha sugerido que el gobierno debe reconsiderar su enfoque y abrir una revisión exhaustiva del proceso de adjudicación.

Además, se ha planteado la necesidad de establecer un sistema de control más riguroso sobre la asignación de recursos y la forma en que se manejan los contratos en el sector energético.

Lo que parece claro es que este tema continuará siendo una fuente de controversia y de debate en los próximos días, mientras se analizan las consecuencias de una posible privatización de un activo tan clave para el desarrollo económico del país.