Tras varios días de intensas precipitaciones que han dejado un saldo doloroso de pérdidas humanas, animales de crianza muertos, viviendas colapsadas y cultivos arrasados en los cantones de Olmedo y Chaguarpamba, en la provincia de Loja, un rayo de esperanza se hizo presente a través del colectivo ciudadano “Fuerza Solidaria”, que ha iniciado una cruzada de ayuda directa en las zonas más afectadas por el temporal.
🌧️ Un invierno implacable: el drama de las familias rurales
Las lluvias no han dado tregua en el sur de la provincia de Loja. Según reportes del ECU 911 y de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), los cantones de Olmedo y Chaguarpamba fueron severamente golpeados durante los últimos días de abril y primeros de mayo, cuando varios deslaves y el desbordamiento de riachuelos arrasaron con todo a su paso.
Los caminos rurales quedaron intransitables, los postes del tendido eléctrico colapsaron, y decenas de familias campesinas se vieron obligadas a evacuar en medio de la noche. En Chaguarpamba, se confirmó el fallecimiento de al menos una persona, mientras que en Olmedo, se reportaron múltiples pérdidas materiales: desde corrales inundados hasta casas de adobe destruidas.
🆘 “Fuerza Solidaria”: cuando la respuesta nace desde la comunidad
Ante este escenario desolador, “Fuerza Solidaria”, un colectivo de voluntarios y ciudadanos organizados de Loja, decidió activar una campaña de recolección de víveres, ropa, kits de higiene, frazadas, medicamentos y recursos económicos para asistir de manera urgente a las familias damnificadas.
En coordinación con líderes barriales, parroquiales y juntas cantonales, el equipo de voluntarios logró entregar más de 200 kits de asistencia en comunidades como La Papaya, Paltahuasi y El Limo, lugares donde aún se encuentran activos los riesgos por nuevos deslizamientos.
La respuesta ciudadana no solo fue inmediata, sino también emotiva. “Nos han dado una mano cuando más lo necesitábamos. Perdimos los chanchos, el maíz y la casa se cuarteó. Gracias por no olvidarse de nosotros”, relató don Segundo Jiménez, agricultor de Chaguarpamba, mientras recibía alimentos no perecibles y una colchoneta para dormir junto a su familia.
📊 Impacto de las lluvias: más allá de lo material
Según el informe preliminar de evaluación de daños del Municipio de Olmedo, al menos 56 viviendas han resultado afectadas de manera directa, y se contabilizan más de 80 hectáreas de cultivos perdidas entre café, maíz y plátano. En Chaguarpamba, los daños en infraestructura vial impiden el acceso de maquinaria pesada a zonas rurales donde aún hay riesgo de represamiento de agua.
Además, los animales de corral —fundamentales para la economía de subsistencia en estas zonas— han sido fuertemente golpeados por la emergencia. La pérdida de estos animales compromete la alimentación y los ingresos familiares para los próximos meses.
💬 Vocería solidaria: “Aquí no llegan promesas, llegan acciones”
Miriam Romero, coordinadora de “Fuerza Solidaria”, destacó que el objetivo de esta ayuda no es reemplazar la labor institucional, sino complementarla y anticiparse a la inacción o burocracia estatal. “No podemos esperar que la ayuda oficial llegue en semanas, la gente necesita soluciones hoy. Aquí no llegamos con promesas, llegamos con acciones concretas”, subrayó.
La gestión del colectivo ha recibido el respaldo de ciudadanos dentro y fuera de Loja, especialmente migrantes lojanos en EE.UU. y España, quienes han realizado transferencias para contribuir a la compra de productos esenciales.
🤝 ¿Y la respuesta institucional?
Si bien la Secretaría de Gestión de Riesgos ha activado una alerta preventiva y ha movilizado brigadas de evaluación, varios líderes comunitarios insisten en que la respuesta oficial ha sido lenta. Piden un plan de acción inmediato que incluya:
- Rehabilitación vial urgente.
- Apoyo técnico para la reconstrucción de viviendas.
- Créditos agrícolas emergentes sin intereses.
- Asistencia veterinaria para los animales sobrevivientes.
🧩 Reconstrucción con enfoque humano
Más allá de la emergencia, lo que hoy se vive en Olmedo y Chaguarpamba es una prueba de cómo la solidaridad y la organización ciudadana pueden suplir temporalmente la ausencia del Estado. Sin embargo, la reconstrucción requiere de políticas públicas articuladas, sostenidas y sensibles a la realidad rural.
La situación deja claro que el cambio climático ya no es un fenómeno futuro, sino una amenaza presente, y las comunidades rurales —las más vulnerables— necesitan estar en el centro de cualquier estrategia de prevención y mitigación de desastres.