El Municipio de Loja informó que las fuertes precipitaciones registradas durante el pasado fin de semana han generado serios inconvenientes en el sistema de abastecimiento de agua potable que atiende a gran parte de la ciudad. Las consecuencias del temporal ya se hacen sentir: disminución en el caudal que ingresa a las plantas de tratamiento, taponamiento en las captaciones y, lo más preocupante, un deslave de grandes proporciones en el sistema Curitroje, uno de los más importantes para la dotación del servicio.
La situación evidencia una vez más la vulnerabilidad de la infraestructura hídrica local ante fenómenos naturales cada vez más frecuentes e intensos, como resultado de una crisis climática que ya no es futura, sino presente.
Captaciones colapsadas: Pucará y Carigán, afectadas por el taponamiento
Las primeras afectaciones se registraron en las captaciones que alimentan las plantas de tratamiento Pucará y Carigán, ubicadas en zonas de alta pendiente. Según informó la Dirección de Obras Públicas del Municipio de Loja, las rejillas de ingreso que permiten la captación del recurso hídrico se encuentran taponadas por escombros, sedimentos y material vegetal, lo que impide el flujo normal del agua hacia las plantas.
Este taponamiento compromete directamente la capacidad operativa de los sistemas de tratamiento, limitando la cantidad de agua disponible para ser distribuida a los barrios urbanos y parroquias periféricas. Técnicos del Municipio trabajan en la limpieza de estas estructuras, aunque el mal estado del clima continúa dificultando las labores.
«El acceso a las zonas de captación es complejo. Los caminos están inestables, hay mucho lodo y la maquinaria no puede operar con normalidad», indicó uno de los operarios.
Deslave en Curitroje: el más grave de los incidentes
La emergencia más crítica se produjo la tarde del domingo 11 de mayo en el sistema Curitroje, donde un deslave de grandes proporciones arrasó con parte de la infraestructura hídrica y bloqueó completamente el ingreso de agua al sistema.
La magnitud del derrumbe impidió que el personal técnico pudiera intervenir de forma inmediata. El terreno continúa inestable y las lluvias persistentes impidieron el traslado oportuno de equipos y maquinaria hasta el lugar. Fue recién este lunes cuando las condiciones meteorológicas permitieron iniciar la evaluación de daños.
«No pudimos ingresar ayer por seguridad. Hoy hemos empezado a trasladar el personal con maquinaria especializada, pero aún no podemos asegurar cuándo se restablecerá el servicio desde Curitroje», señaló el responsable del sistema.
Consecuencias para la población y medidas de mitigación
La ciudadanía ya reporta baja presión de agua y cortes intermitentes en varios sectores de la ciudad. Barrios como San Pedro, Época, La Banda, Las Palmas, Belén y Menfis han sido los primeros en experimentar problemas con el suministro.
Ante esta situación, el Municipio ha hecho un llamado a la población a racionalizar el uso del agua, priorizando actividades esenciales y evitando el desperdicio. Asimismo, se evalúa la implementación de sistemas alternativos de distribución, como el uso de tanqueros, en caso de que el restablecimiento se prolongue.
Desde el Departamento de Gestión de Riesgos se informó que se está coordinando con otras instituciones como la Secretaría de Gestión de Riesgos y el Cuerpo de Bomberos para asistir en las labores de limpieza, evaluación y posible traslado de agua potable a sectores críticos.
Un llamado urgente a la prevención y planificación
Esta emergencia pone sobre la mesa la urgente necesidad de modernizar y blindar la infraestructura hídrica del cantón Loja. El cambio climático está provocando alteraciones importantes en los regímenes de lluvia, y fenómenos como el de este fin de semana podrían volverse más frecuentes.
Los sistemas de captación, construidos hace décadas, ya no responden adecuadamente a los nuevos desafíos climáticos. Expertos en ingeniería ambiental coinciden en que se necesita una planificación integral que incluya la reforestación de cuencas, la inversión en sistemas de alerta temprana y la implementación de soluciones tecnológicas para garantizar el abastecimiento de agua en situaciones de crisis.
Mientras tanto, la ciudad enfrenta días de incertidumbre, con un servicio esencial comprometido y el riesgo latente de nuevas lluvias.
«El agua es un derecho humano, pero también una responsabilidad compartida. La ciudadanía debe colaborar mientras las instituciones hacen su parte», concluyó el comunicado del Municipio.