El Ministerio de Energía, encabezado de forma interina por Inés Manzano, ha dado un paso clave en el manejo del segundo campo petrolero más productivo del Ecuador. Mediante el Acuerdo Ministerial emitido el 26 de noviembre de 2024 y publicado en el Registro Oficial el 23 de diciembre, se autorizó la delegación excepcional del campo Sacha a empresas estatales internacionales o sus subsidiarias.
¿Qué implica la delegación excepcional?
La medida establece que Petroecuador, actual operador del campo Sacha, deberá transferir la gestión y control al Ministerio de Energía. Esta entidad será la encargada de concesionar el campo a empresas estatales extranjeras, lo que marca un cambio significativo en el modelo de operación del recurso. Según el Gobierno, esta decisión busca optimizar la producción y garantizar mayor eficiencia en la explotación de uno de los recursos estratégicos más importantes del país.
Reacciones de los trabajadores del sector petrolero
La Asociación Nacional de Trabajadores de la Energía y el Petróleo (ANTEP) ha mostrado su preocupación frente a esta decisión. En un comunicado, el gremio afirmó que la medida confirma sus advertencias sobre una posible privatización del campo Sacha, una acción que, según ellos, podría comprometer la soberanía energética del país.
Además, ANTEP argumenta que las concesiones a empresas internacionales, aunque se realicen bajo términos de “delegación excepcional”, podrían abrir las puertas a la pérdida de control nacional sobre recursos estratégicos.
Impacto económico y social
Sacha, que representa una parte significativa de la producción petrolera nacional, es un eje clave en la economía del Ecuador. La concesión de este campo a empresas extranjeras podría generar ingresos adicionales para el país en el corto plazo, pero también plantea interrogantes sobre el impacto a largo plazo en la generación de empleo y el control sobre los ingresos petroleros.
Polémica sobre privatización y transparencia
Aunque el Gobierno insiste en que no se trata de una privatización, sino de una estrategia para garantizar mayor eficiencia, sectores de la sociedad han pedido mayor transparencia en los términos de la concesión. Además, expertos en energía señalan que será crucial garantizar que los acuerdos con empresas internacionales sean favorables para el país y respeten altos estándares ambientales y laborales.
El futuro de Sacha será un tema clave en el panorama político y económico del Ecuador, especialmente en un contexto de alta dependencia del petróleo como fuente principal de ingresos fiscales.