El cantón Chaguarpamba enfrenta uno de los episodios más críticos de los últimos años debido al impacto de fenómenos naturales que han provocado estragos en su infraestructura básica. Deslizamientos de tierra, hundimientos de calzadas, daños estructurales en viviendas y, lo más alarmante, el colapso del sistema de agua potable, mantienen en emergencia a esta localidad lojana.
Desde hace varios días, las lluvias constantes han generado desbordamientos de quebradas, taponamiento de alcantarillas y derrumbes en vías clave que comunican la cabecera cantonal con los barrios rurales. Esta situación ha provocado que maquinaria y personal técnico no puedan movilizarse con la rapidez necesaria para atender los daños.
Sin acceso a agua potable: el drama diario de los habitantes
El colapso del sistema de distribución de agua ha dejado sin el servicio a la ciudad de Chaguarpamba y a varios sectores periféricos, generando un escenario de alta vulnerabilidad para cientos de familias. El acceso al agua es limitado y, en algunos sectores, inexistente, lo que ha obligado a los ciudadanos a recurrir a fuentes naturales, tanques improvisados o al abastecimiento irregular con tanqueros municipales.
Las autoridades cantonales han confirmado que las tuberías principales fueron severamente afectadas en varios puntos críticos por los deslizamientos, lo que provocó roturas, desplazamientos de tramos enteros y pérdida de presión en toda la red.
“Estamos trabajando sin descanso, pero la magnitud de los daños es grande. Necesitamos más apoyo técnico y maquinaria para acelerar las reparaciones y garantizar que las familias cuenten nuevamente con agua segura y continua”, señaló el alcalde del cantón, quien indicó que se ha solicitado asistencia al Gobierno Provincial y a la Secretaría de Gestión de Riesgos.
Crisis integral: caminos destruidos y viviendas en riesgo
El problema del agua potable es solo una arista de la crisis. Las lluvias también han provocado la destrucción de vías rurales que comunican con sectores como El Huato, El Arenal y Santa Rosa, donde los habitantes están prácticamente aislados. En algunos tramos, la vía ha desaparecido completamente, mientras que en otros la maquinaria ha debido abrir caminos provisionales para evacuar a personas en situación de riesgo.
Al menos una decena de viviendas han presentado agrietamientos en paredes, techos colapsados y hundimientos en los cimientos. En ciertos casos, las familias han sido evacuadas de forma preventiva. Aunque hasta el momento no se han reportado víctimas mortales, la situación es considerada de alto riesgo.
La respuesta institucional: entre la urgencia y la limitación
La alcaldía ha activado el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal y ha iniciado un censo para identificar las familias más afectadas. Asimismo, se ha iniciado la distribución de kits de alimentos y agua embotellada, pero la demanda supera la capacidad operativa de la institución.
Desde el Gobierno Provincial de Loja se ha desplegado maquinaria a las zonas más críticas, pero las condiciones geográficas dificultan los trabajos. El clima, además, continúa siendo un obstáculo para las tareas de limpieza y reparación.
El Ministerio de Transporte y Obras Públicas también ha sido alertado sobre el estado de la red vial cantonal y se espera que en los próximos días se emita un informe técnico para determinar el tipo de intervención que se requiere.
Un llamado a la solidaridad y a la acción estructural
La situación en Chaguarpamba ha generado muestras de solidaridad desde otros cantones de Loja, y también ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre la vulnerabilidad de las zonas rurales ante los efectos del cambio climático. La falta de infraestructura resiliente, sistemas de alerta temprana y planificación territorial adecuada han sido factores que agravan este tipo de crisis.
“Esto no se soluciona solo con enviar tanqueros o abrir caminos. Necesitamos una inversión seria y sostenida en prevención, en planificación de riesgos y en sistemas modernos de agua potable que puedan soportar eventos extremos como este”, reflexionó una dirigente barrial.
Mientras tanto, los habitantes de Chaguarpamba continúan afrontando la emergencia con resiliencia y esperanza, esperando que las instituciones respondan con celeridad y visión a corto y largo plazo.