Ministra Mónica Palencia bajo amenaza tras captura del líder de los Tiguerones en Esmeraldas
En un operativo clave para la seguridad de Esmeraldas, una de las provincias más afectadas por la violencia y el crimen organizado en Ecuador, la ministra de Gobierno, Mónica Palencia, ha sido fundamental en la captura de uno de los delincuentes más peligrosos de la región: Willy García, alias “Negro Willy”, líder de la organización criminal conocida como «Los Tigerones». Este grupo delictivo ha tenido un control significativo sobre el territorio, operando con impunidad durante años y manteniendo bajo su dominio a amplias zonas de la provincia.
Esmeraldas ha sido durante mucho tiempo uno de los bastiones del correísmo, y el arresto del líder de los Tigerones ha generado una fuerte reacción en diversos sectores políticos. Aunque para muchos ciudadanos y defensores de la seguridad, la detención de “Negro Willy” representa un gran avance en la lucha contra el crimen organizado, sectores asociados al correísmo han desmerecido este logro, incluso señalando que no era la prioridad en la agenda.
Lo que ha encendido las alarmas es la posible amenaza que se cierne sobre la ministra Palencia. Según fuentes cercanas al caso, el correísmo estaría utilizando este arresto para atacar políticamente a la ministra, cuestionando la eficacia de su gestión y sugiriendo que la captura del líder criminal tiene motivos políticos más que de seguridad pública. El movimiento correísta, que sigue teniendo una influencia considerable en Esmeraldas, ha minimizado el impacto de la detención de Willy García, insinuando que la operación fue un intento del gobierno de desviar la atención de otros temas urgentes.
En medio de este contexto, la seguridad de la ministra Mónica Palencia ha sido puesta en el foco de atención. Se teme que, además de los ataques políticos, pueda estar en peligro real debido a su papel en la operación que terminó con el liderazgo criminal de “Negro Willy”. La ministra ha sido una figura clave en la lucha contra las bandas organizadas en Ecuador, y este último golpe a una de las organizaciones más poderosas del país ha generado tensiones no solo en Esmeraldas, sino a nivel nacional.
El trabajo de Palencia en el gobierno se ha destacado por su firmeza y su enfoque en devolver la paz a las zonas más conflictivas del país, especialmente en la costa ecuatoriana, donde la violencia y el narcotráfico han alcanzado niveles alarmantes. Sin embargo, su lucha ha generado enemigos poderosos, tanto en el ámbito criminal como en el político, quienes ahora buscan desacreditar su gestión e incluso poner en riesgo su integridad física.
El gobierno, por su parte, ha reafirmado su respaldo a la ministra, destacando la importancia de la operación que condujo a la captura del líder de los Tigerones como parte de una estrategia más amplia para desmantelar las redes delictivas que operan en el país. No obstante, las críticas desde el correísmo no han cesado, y las amenazas implícitas en estos cuestionamientos políticos han incrementado las preocupaciones por la seguridad de Mónica Palencia.
El arresto de “Negro Willy” no solo es un golpe contra el crimen organizado, sino también un hito en la lucha por recuperar la seguridad en una de las regiones más golpeadas por la violencia. Sin embargo, este éxito ha desencadenado una peligrosa cadena de eventos que podrían poner en riesgo la estabilidad política y la seguridad de quienes, como la ministra Palencia, se han atrevido a desafiar a las estructuras más oscuras del crimen y el poder.
En este escenario complejo, queda por ver cómo evolucionarán los acontecimientos y si las amenazas contra la ministra Mónica Palencia se materializarán en acciones más directas. Mientras tanto, el país observa con atención, esperando que el gobierno logre garantizar la seguridad de quienes, como ella, están en la primera línea de la lucha contra el crimen organizado.