Ecuador atraviesa una nueva semana de cortes de luz que alcanzan hasta las 10 horas diarias en varias zonas del país. Ante esta situación, la ministra de Energía encargada, Inés Manzano, anunció que el Gobierno está tomando diversas medidas de contingencia para intentar minimizar la duración de estos apagones.
Manzano informó que el objetivo del Gobierno es reducir las suspensiones de energía hacia finales de noviembre, pero subrayó que gran parte de este esfuerzo dependerá de las condiciones meteorológicas. Actualmente, el país está experimentando un clima inestable que ha afectado negativamente la generación eléctrica. Este fenómeno se ha convertido en un factor crucial en la planificación y distribución de la energía disponible.
Además, la ministra explicó que estos racionamientos programados no solo son necesarios para garantizar un suministro más equilibrado, sino que también cumplen una función vital para preservar la salud del embalse de Mazar, uno de los principales cuerpos de agua que abastece a las plantas hidroeléctricas del país. El embalse, ubicado en la provincia de Azuay, en el sur del Ecuador, ha sido clave para la producción de energía, pero su bajo nivel de agua debido a la falta de lluvias requiere acciones preventivas.
Con esta situación, el Gobierno de Ecuador se enfrenta a un desafío energético importante, y las autoridades están trabajando en un plan integral que incluye tanto medidas inmediatas como estrategias a mediano plazo. Sin embargo, la incertidumbre en torno a las condiciones climáticas seguirá siendo un factor determinante en el éxito de estas acciones.
Se espera que las autoridades continúen brindando actualizaciones a medida que se desarrollen los esfuerzos para mitigar el impacto de estos apagones, y que se tomen más medidas de ahorro energético a nivel nacional.