Hoy el Ecuador despide a una leyenda viva, Baltazar Ushca, el último hielero del Chimborazo, quien falleció a los 80 años tras sufrir un accidente en su hogar. La noticia fue confirmada por el Municipio de Guano, dejando un vacío profundo en la cultura ancestral y en el corazón de todos aquellos que admiraban su dedicación y esfuerzo por preservar una de las tradiciones más antiguas de los Andes.
Ushca, reconocido por su incansable trabajo de extraer bloques de hielo del majestuoso volcán Chimborazo, mantuvo viva una tradición que se remonta a siglos atrás. Durante más de 60 años, ascendió al nevado con su mula y herramientas, cortando el hielo puro que vendía en los mercados locales. A pesar de la llegada de nuevas tecnologías y métodos más modernos para obtener hielo, Baltazar nunca abandonó su oficio, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y devoción a las raíces culturales de su pueblo.
La figura de Baltazar trascendió fronteras, siendo protagonista de documentales, entrevistas y reportajes que mostraron al mundo su historia y el vínculo espiritual que mantenía con la montaña sagrada. Muchos lo vieron como un guardián del Chimborazo, un hombre que no solo extraía hielo, sino que también cuidaba y respetaba el entorno natural que le dio sustento durante toda su vida.
Con su partida, no solo se va un hombre, sino una tradición que durante generaciones fue un pilar de la vida andina. Su legado, sin embargo, perdurará en la memoria colectiva y en aquellos que todavía hoy recuerdan la importancia de mantener vivas nuestras costumbres ancestrales.
Baltazar Ushca nos deja un mensaje de humildad, esfuerzo y respeto hacia la naturaleza y nuestras raíces. Su vida y su oficio nos enseñan el valor de las pequeñas grandes tareas que, aunque a veces invisibles, sostienen la esencia de nuestras culturas.
Hoy, despedimos a un héroe del Chimborazo, un hombre que hizo de lo extraordinario su cotidiano. ¡Que en paz descanse, Baltazar Ushca!
