Durante su discurso tras recibir las credenciales del CNE, el presidente reafirmó su compromiso con el país y anunció una agenda centrada en crecimiento económico, seguridad y apertura comercial
En un discurso cargado de simbolismo y determinación, el presidente de la República, Daniel Noboa Azín, aseguró que durante el primer año de su gobierno logró “poner la casa en orden” y se comprometió a continuar un camino de transformación enfocado en el crecimiento económico, el fortalecimiento institucional y la lucha contra la inseguridad.
Las declaraciones se dieron en el marco del acto oficial de entrega de credenciales presidenciales por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), donde Noboa, junto a la vicepresidenta María José Pinto, fue acreditado formalmente para ejercer su mandato constitucional durante los próximos cuatro años.
Un mensaje de continuidad y firmeza
Desde el auditorio del CNE, y frente a representantes de las distintas funciones del Estado, asambleístas, gobernadores, miembros del gabinete, observadores internacionales y medios de comunicación, Noboa dirigió un mensaje enérgico a la ciudadanía:
“En Ecuador renace hoy la esperanza. Ese compromiso de construir un mejor futuro para las familias ecuatorianas es hoy más sólido que nunca. Hemos derrumbado obstáculos que parecían difíciles de superar, y lo hemos hecho porque confiamos en nuestro proyecto político”, declaró.
Noboa recalcó que su administración ha enfrentado con firmeza las dificultades del país, entre ellas la crisis de seguridad, la polarización política y la inestabilidad institucional. Aseguró que su visión de gobierno está guiada por el objetivo de consolidar un Ecuador más seguro, más próspero y con oportunidades para todos.
Advertencia a quienes atenten contra la democracia
Uno de los momentos más contundentes del discurso ocurrió cuando el presidente se refirió a los actores que, en su criterio, buscan desestabilizar el país. En tono firme, advirtió:
“Aquellos que quieran destruir nuestra patria, nuestra libertad y nuestra democracia, tendrán una respuesta contundente y les tiraremos la puerta en la cara. Jamás vamos a permitir que nadie atente contra nuestro derecho a prosperar con paz y seguridad”.
Este mensaje fue interpretado por diversos analistas como una respuesta directa a sectores críticos de su gestión y a grupos que han cuestionado la legitimidad de las elecciones o promovido narrativas de desconfianza institucional.
Una hoja de ruta clara: inversión, seguridad y desarrollo
Al proyectar los próximos cuatro años de gobierno, Noboa expuso las prioridades de su agenda presidencial. Entre los principales objetivos, mencionó:
- Crecimiento económico sostenible
- Aumento de la inversión extranjera
- Creación de empleo
- Apertura del comercio internacional
- Reformas estructurales
- Lucha decidida contra el terrorismo y el crimen organizado
“Nos enfocaremos en atraer mayor inversión y empleo, en derrotar al terrorismo y en abrir las puertas al comercio internacional. Vamos a profundizar en los cambios estructurales que sean necesarios para consolidar nuestro desarrollo”, señaló.
Un llamado a la unidad nacional y al servicio público
Noboa también hizo un llamado a la unidad, recordando a los ecuatorianos que su gobierno mantendrá una política de puertas abiertas para quienes deseen aportar al país:
“Nuestro gobierno tendrá siempre las puertas abiertas para quienes deseen empujar al Ecuador hacia un mejor mañana. Pedimos a Dios que nunca nos dé comodidad, porque esa incomodidad constante es la que nos recuerda que el pueblo nos necesita y que nos debemos a ellos”.
En sus palabras, expresó gratitud a su equipo de trabajo, a los asambleístas, a su familia y a quienes, según él, “jamás se rindieron” durante los momentos más complejos de la campaña electoral.
Victoria reafirmada: “Le ganamos al mal tres veces”
En tono emotivo, Noboa destacó que el respaldo popular que lo llevó a la Presidencia es una muestra de confianza que defenderá con convicción:
“Es un honor volver a servir al pueblo ecuatoriano como su presidente. Gracias por ayudarme a enfrentar al mal y ganarle ya tres veces. La confianza que depositaron en nuestro proyecto político la sabré defender con la fuerza de mi corazón, que se nutre de la fuerza de millones de ecuatorianos que trabajan día a día por un futuro mejor”.
El mandatario cerró su intervención con una metáfora futbolística, comparando su victoria con una jugada decisiva en los últimos minutos de un partido:
“Algunos momentos tuvieron de duda, pero ahí es cuando les digo… Ya en el minuto 89 del partido, ya saben a quién le pasan la bola para meter el gol. Muchas gracias”.
