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Tensión en el Legislativo: Annabella Azín pide militarización, pero Asamblea niega solicitud

Redacción web – Reportaje extenso y detallado

En medio del clima político agitado que vive Ecuador tras las elecciones legislativas, una polémica solicitud ha encendido las alertas dentro del nuevo escenario político nacional. La legisladora Annabella Azín, madre del actual presidente Daniel Noboa, solicitó públicamente la militarización del Palacio Legislativo con motivo de la posesión de los nuevos asambleístas. Esta petición generó una inmediata reacción desde el interior del Parlamento, especialmente por parte de la legisladora Viviana Veloz, quien negó categóricamente la propuesta.

¿Por qué pidió militarización Annabella Azín?

Durante una intervención ante medios de comunicación, Azín justificó su petición argumentando la necesidad de «garantizar el orden, la paz y la seguridad institucional» el día de la posesión. Según señaló, existen “grupos radicales” y posibles intentos de «desestabilización» que podrían poner en riesgo la ceremonia y la transición de poderes dentro del Legislativo.

Azín, reconocida por su activa participación política y su cercanía con el Ejecutivo, enfatizó que la situación del país exige medidas extraordinarias. “No podemos permitir que fuerzas externas alteren la voluntad popular expresada en las urnas. La militarización no es un acto de fuerza, sino de prevención”, dijo.

Viviana Veloz responde: “La seguridad del Legislativo no se militariza”

La respuesta no se hizo esperar. Viviana Veloz, legisladora de oposición y una de las figuras con mayor presencia en la Asamblea Nacional, calificó de “excesiva e innecesaria” la solicitud de Azín. En sus declaraciones, fue tajante: “La seguridad del Palacio Legislativo está a cargo de la Policía Nacional, como lo establece la ley. Militarizarlo sería una clara intromisión del poder Ejecutivo en las funciones del Legislativo”.

Además, Veloz advirtió que esta clase de solicitudes podrían ser interpretadas como intentos de intimidación o de crear un clima de tensión artificial, algo que considera contraproducente para el proceso democrático del país. “No vamos a permitir que se distorsione la institucionalidad del Estado. La Asamblea Nacional no es un cuartel militar, es un espacio civil y democrático”, subrayó.

Una señal del poder detrás del poder

La polémica cobra aún más peso si se considera el papel que Annabella Azín representa en el gobierno de su hijo, el presidente Daniel Noboa. Aunque sin un cargo formal en el Ejecutivo, su influencia política ha sido notoria y su presencia activa en momentos clave evidencia un vínculo que va más allá de lo familiar. Esto alimenta las especulaciones sobre el papel que Azín jugaría en las decisiones estratégicas del gobierno.

Debate público: ¿seguridad o autoritarismo?

La solicitud ha generado una ola de reacciones en redes sociales, medios de comunicación y entre analistas políticos. Algunos sectores consideran que Azín ha actuado con responsabilidad ante un contexto volátil y que una mayor presencia militar podría prevenir incidentes. Otros, sin embargo, alertan sobre el riesgo de normalizar la presencia de fuerzas armadas en espacios civiles, lo que podría abrir la puerta a prácticas autoritarias o violaciones de derechos constitucionales.

¿Qué dicen las leyes?

La Constitución del Ecuador establece la división de poderes y claramente asigna el control de la seguridad del Palacio Legislativo a la Policía Nacional, no a las Fuerzas Armadas. La militarización solo podría darse en casos de conmoción interna, previa declaratoria oficial, algo que no se ha producido.

Además, el Reglamento Interno de la Asamblea y la Ley Orgánica de la Función Legislativa refuerzan la autonomía del Parlamento y su capacidad para autorregular su seguridad interna.