En medio del verdor andino que rodea al sendero de Caxarumi, en el cantón Loja, la oscuridad nocturna ha sido durante años un problema constante para sus habitantes. Pero este abril del 2025 marca un punto de inflexión. Con la entrega oficial del nuevo sistema de alumbrado público por parte de la Empresa Eléctrica Regional del Sur S.A. (EERSSA), el rostro de la comunidad comienza a transformarse.
💡 Un proyecto que trasciende la infraestructura
La obra, realizada con el respaldo del Gobierno Nacional y el Ministerio de Energía y Minas, representa mucho más que la instalación de postes con luminarias LED. Se trata de una apuesta por la seguridad, la dignidad y la conectividad social de un sector históricamente olvidado. Un total de 30 familias son las beneficiarias directas, pero el impacto va más allá: ahora, niños y adultos pueden transitar sin miedo, compartir en comunidad y extender sus actividades cotidianas sin la amenaza de la penumbra.
Según voceros de la EERSSA, el proyecto es parte de una estrategia integral de electrificación rural que prioriza sectores con altos niveles de vulnerabilidad. “Lo que hacemos es llevar luz, pero también futuro. Estas comunidades necesitan infraestructura para salir del aislamiento, y el alumbrado es una base clave”, explicó Juan Carlos Guzmán, gerente de la empresa eléctrica.
🚶♂️ Un sendero, muchos relatos
El sendero de Caxarumi no solo es un paso rural. Es una arteria comunitaria, utilizada por escolares, agricultores, mujeres comerciantes y adultos mayores que se movilizan diariamente a pie. Hasta hace poco, hacerlo de noche implicaba riesgos de caídas, asaltos o accidentes. Hoy, las nuevas luminarias LED —eficientes, de bajo consumo y con alta durabilidad— se alzan como símbolos de transformación.
“Antes teníamos que caminar con linternas o esperar que alguien más nos acompañe. Era muy peligroso, sobre todo para nuestros hijos”, relata Mariana Tapuy, una madre de familia del sector. “Ahora todo ha cambiado. Podemos salir sin temor y sentimos que, por fin, alguien pensó en nosotros”.
🤝 Alianza institucional y participación comunitaria
La ejecución del sistema de iluminación fue también un ejemplo de trabajo articulado entre instituciones públicas y participación ciudadana. Las familias estuvieron involucradas en las fases de socialización, selección de los puntos estratégicos de instalación y seguimiento del avance de la obra.
Desde el Ministerio de Energía y Minas, se destacó que el proyecto responde al mandato gubernamental de cerrar las brechas de desigualdad energética en sectores rurales. “El acceso a la energía eléctrica no es un lujo, es un derecho. Y en Caxarumi lo estamos haciendo realidad”, declaró la viceministra de Energía, María Elena Ordóñez, durante el acto de entrega.
🔦 Más allá de la luz: un símbolo de justicia territorial
El nuevo alumbrado público no solo ilumina caminos: también pone en evidencia la urgencia de una política pública que atienda con prioridad a las comunidades periféricas. En un país donde la centralización de los servicios ha marcado profundas desigualdades, obras como esta son una llamada de atención para continuar descentralizando la inversión social.
La comunidad de Caxarumi celebra hoy la concreción de una obra que durante años estuvo en promesas. Pero más allá de la luz, lo que brilla es el poder de la voluntad política y la organización social para generar transformaciones tangibles en la vida cotidiana.