En medio de los crecientes desafíos que enfrenta el sistema educativo ecuatoriano, la Universidad Nacional de Loja (UNL), fiel a su vocación social y académica, ha asumido el liderazgo en un proceso formativo de gran trascendencia para la región sur del país. Se trata del taller de educación inclusiva, dirigido a docentes, orientadores, directivos y otros actores del sistema educativo de la Zona 7, que abarca las provincias de Loja, El Oro y Zamora Chinchipe.
Este taller —realizado en coordinación con el Ministerio de Educación del Ecuador— no es una actividad aislada, sino parte de un plan estratégico nacional que busca garantizar el derecho a una educación sin exclusión, y se desarrolla en el marco de los compromisos establecidos en el Plan Decenal de Educación y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), particularmente el ODS 4: Educación de calidad e inclusiva para todos.
🧭 El porqué de una apuesta urgente
Según datos del Ministerio de Educación, en la Zona 7 más de 6.500 estudiantes se encuentran registrados con algún tipo de discapacidad. A esto se suman niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad social, migrantes, pueblos indígenas y estudiantes con barreras de aprendizaje no diagnosticadas. Frente a esta realidad, es indispensable que el personal docente cuente con herramientas conceptuales, metodológicas y emocionales para responder a las necesidades diversas de sus estudiantes.
El taller busca precisamente eso: dotar a los educadores de conocimientos prácticos para adaptar sus clases y convertir sus aulas en espacios verdaderamente inclusivos, donde ningún estudiante quede atrás.
🎓 Una formación con visión integral
El programa de capacitación, que se desarrollará durante dos semanas, incluye una combinación de teoría, práctica, análisis de casos y aplicación pedagógica. Entre los temas abordados se encuentran:
- Marco legal y normativo de la educación inclusiva en Ecuador.
- Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA).
- Estrategias pedagógicas para el acompañamiento de estudiantes con discapacidad sensorial, intelectual, motora y múltiple.
- Enfoque neurodiverso en el aula.
- Atención a estudiantes con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
- Evaluación diferenciada.
- Cultura institucional y trabajo colaborativo entre actores educativos.
Además, se incorporan experiencias exitosas de instituciones educativas inclusivas a nivel nacional, permitiendo a los participantes conocer buenas prácticas que pueden adaptarse a sus propias realidades.
🗣️ Voces desde la academia y el aula
Durante el acto inaugural, el rector de la UNL, Nicolás Becerra, subrayó que la educación inclusiva no es un favor que se hace, sino una responsabilidad ética del Estado, de la academia y de toda la sociedad. Añadió que la universidad no puede limitarse a formar profesionales, sino que debe contribuir activamente a la transformación del sistema educativo:
“Los docentes son los primeros garantes del derecho a aprender. Cuando un maestro adapta su metodología, cambia su enfoque y rompe barreras, está haciendo justicia desde su aula”, sostuvo Becerra.
De su parte, la directora zonal de Educación, Silvia Fajardo, celebró la alianza con la UNL y anunció que este tipo de procesos se replicarán en los próximos meses en otras instituciones de educación superior con perfil pedagógico.
Los participantes, en su mayoría docentes de unidades educativas fiscales urbanas y rurales, han recibido con entusiasmo la iniciativa. Rosa S., docente de una escuela en Espíndola, comentó:
“En la formación inicial no nos enseñaron a atender a niños con discapacidad. Hoy nos enfrentamos a realidades complejas, y necesitamos estas herramientas. Lo agradezco profundamente”.
🧩 Rompiendo mitos, construyendo futuro
Uno de los grandes aportes del taller es desmontar mitos frecuentes sobre la educación inclusiva. Se enfatiza que no se trata de “nivelar hacia abajo” ni de “hacer excepciones”, sino de construir una pedagogía flexible y centrada en el estudiante. Cada sesión formativa pone en valor la diversidad como oportunidad y no como problema.
En ese sentido, los formadores —académicos especializados de la UNL y consultores del Ministerio— destacan que el cambio no solo se da desde la técnica, sino desde la actitud. La empatía, la apertura al diálogo y la capacidad de escucha son habilidades tan importantes como las metodológicas.
🏛️ UNL: una universidad al servicio de la transformación social
Con esta propuesta formativa, la UNL reafirma su papel como centro de pensamiento y acción educativa. Más allá de los rankings y la formación profesional, la universidad se posiciona como un actor clave en la defensa de los derechos de la infancia y adolescencia en el sur del país.
Este taller es apenas el primer paso de un plan institucional más amplio que contempla la creación de un Centro de Investigación en Inclusión Educativa, desde donde se impulsarán investigaciones, publicaciones, proyectos de vinculación y alianzas nacionales e internacionales.