Loja, abril de 2025. — Aunque la ciudad de Loja ha sido históricamente reconocida por su limpieza, cultura y orden urbano, el estado de su infraestructura vial y de espacios públicos ha comenzado a mostrar signos de desgaste. A pesar de los múltiples anuncios de inversión, aún hay proyectos clave que continúan en pausa, inconclusos o con retrasos significativos. La ciudadanía, mientras tanto, enfrenta a diario las consecuencias de estas obras pendientes.
🛣️ Vías que conectan… pero a medias
Uno de los proyectos más emblemáticos —y también más polémicos— es la rehabilitación de la vía Loja – Catamayo, una carretera de alto tráfico que conecta a la capital provincial con el aeropuerto «Ciudad de Catamayo» y otras regiones del sur del país.
Prometida desde hace más de una década y con múltiples reinicios administrativos, la obra fue retomada con fuerza en 2024 bajo el Gobierno de Daniel Noboa. Se destinaron USD 2 millones adicionales para acelerar su ejecución, y según el MTOP, la intervención ya supera el 75% de avance físico.
No obstante, los usuarios habituales aún enfrentan largas demoras, desvíos improvisados y tramos sin señalización adecuada. «A veces parece que trabajan, pero luego pasan semanas sin movimiento. Uno ya no sabe en qué creer», comenta César Jiménez, transportista de carga que transita esta ruta diariamente.
🏗️ Proyectos municipales: obras pequeñas, impactos grandes
En el ámbito urbano, el Municipio de Loja ha ejecutado algunos trabajos de pavimentación y recapeo en barrios como Pitas II, Sauces Norte y tramos estratégicos de la Avenida 8 de Diciembre, con resultados visibles. Sin embargo, el avance ha sido lento y, en muchos casos, interrumpido por condiciones climáticas adversas.
«La calle principal de nuestro barrio lleva más de tres meses en excavación. Llega la maquinaria, hacen un tramo y luego se van. Quedamos con polvo, huecos y sin respuestas», denuncia Lucía Jaramillo, moradora de San Cayetano Alto.
Los técnicos municipales atribuyen las demoras a la persistencia de lluvias y a problemas logísticos con los contratistas. No obstante, hay consenso en que la planificación y la comunicación con los vecinos sigue siendo débil.
🌳 Espacios públicos: postergados pero necesarios
En cuanto a espacios públicos, la recuperación de áreas verdes, redondeles y parques ha sido parcial. Si bien se realizaron intervenciones en lugares como la Puerta de la Ciudad, con limpieza de bordillos y replantación de jardineras, otros espacios icónicos como el Parque Jipiro y los senderos del Zamora Huayco evidencian deterioro, bancas rotas y luminarias dañadas.
La ciudadanía reclama una visión integral. «Un parque bonito también es infraestructura. Nos ayuda a caminar, respirar, tener un espacio seguro. No todo debe ser calles y cemento», reflexiona Gabriela Cueva, arquitecta y activista urbana.
🧮 ¿Y el presupuesto?
Según datos del portal del Municipio y declaraciones del Ministerio de Obras Públicas, Loja ha recibido en los últimos tres años aproximadamente USD 12 millones para obras viales, entre recursos del presupuesto participativo, convenios con el Gobierno central y fondos de emergencia.
No obstante, los informes detallados sobre ejecución presupuestaria no están actualizados en sus portales oficiales, lo que dificulta el seguimiento ciudadano. Organizaciones como la Veeduría Ciudadana de Infraestructura Urbana exigen mayor transparencia y participación.
📊 Una ciudad con necesidades crecientes
Loja crece, tanto en población como en necesidades. La presión vehicular, la expansión urbana sin planificación y el cambio climático exigen una infraestructura moderna, resiliente y sostenible. Para ello, no solo se necesita inversión, sino también voluntad política, control técnico y participación comunitaria.
Mientras tanto, los lojanos siguen esperando. Esperan ver terminada esa carretera que los conecta al aeropuerto. Esperan calles sin huecos, parques seguros y obras bien hechas. Porque, como dice el refrán popular: «Obra empezada, debe ser terminada.»