El pasado jueves 26 de diciembre de 2024, el Concejo Cantonal de Loja aprobó una importante ordenanza que entrará en vigor inmediatamente tras su ratificación en la sesión ordinaria. Esta nueva normativa establece que no se otorgarán nuevos cupos en ninguna modalidad de transporte durante un período de diez años. La medida fue presentada por la actual administración municipal, encabezada por el alcalde Franco Quezada Montesinos, y fue respaldada por los concejales presentes.
Esta ordenanza ha generado un amplio debate entre los diferentes sectores de la sociedad lojana, desde los transportistas hasta los usuarios y autoridades locales. La decisión de suspender los cupos de transporte por una década busca regular y mejorar la calidad del servicio, al mismo tiempo que responde a las crecientes preocupaciones sobre la saturación del sistema de transporte público en la ciudad.
La posición de la administración municipal
El alcalde Franco Quezada Montesinos defendió la medida, destacando que la decisión responde a un análisis exhaustivo de la situación actual del transporte en Loja. Según la administración municipal, la medida busca evitar la sobrecarga del sistema y mejorar la eficiencia de las rutas existentes, evitando la competencia desleal y garantizando que los transportistas operen dentro de un marco de calidad y seguridad.
“La medida tiene como objetivo ordenar y regular el transporte en Loja, garantizando que las rutas actuales sean más eficaces, que el servicio sea de calidad y que se promueva un transporte más seguro para todos los ciudadanos”, comentó el alcalde Quezada en la sesión del Concejo Cantonal.
Impacto en los transportistas y usuarios
El sector del transporte, que históricamente ha sido un pilar importante en la economía local, se enfrenta ahora a un panorama incierto. Si bien algunos transportistas han expresado su apoyo a la medida por considerarla una forma de evitar la saturación de las rutas, otros han manifestado su preocupación por las limitaciones que podría generar la falta de nuevos cupos para operar en la ciudad. Los transportistas más pequeños temen que esta normativa impida su inclusión en el sistema y afecte sus oportunidades de expansión.
Por otro lado, los usuarios del transporte público en Loja también han reaccionado a la medida. Algunos han visto la decisión como un paso positivo para mejorar la calidad del servicio, asegurando que la sobrecarga de vehículos y las condiciones precarias de algunas rutas afectan la experiencia de los pasajeros. Sin embargo, otros temen que, al no haber nuevos cupos, se mantenga el mismo nivel de servicio sin posibilidades de expansión.
El futuro del transporte en Loja
La decisión de suspender los cupos de transporte durante diez años se presenta como una estrategia de largo plazo. La medida busca generar condiciones para la modernización del sistema de transporte en Loja, impulsando la renovación de unidades y la optimización de las rutas, para así atender de manera más eficiente a una población que continúa creciendo.
