En la madrugada del 25 de diciembre de 2024, la ciudad de Santa Elena se vio sacudida por un violento ataque terrorista. Un grupo de hombres armados ingresó al sitio de construcción del nuevo centro de privación de libertad, y detonó artefactos explosivos, dejando como saldo una persona fallecida. Este ataque se suma a la creciente ola de violencia que atraviesa el país y se produce en medio de un conflicto armado interno que afecta a varios sectores del Ecuador.
El gobierno de la República, a través de un comunicado emitido por la Presidencia, condenó enérgicamente este acto terrorista, señalando que no solo busca sembrar el pánico entre la población, sino también debilitar al Estado ecuatoriano. La declaración presidencial enfatizó que la utilización de explosivos por parte de grupos delictivos es un intento claro de desestabilizar al gobierno y frenar el compromiso del presidente por devolver la paz y la seguridad a todos los ecuatorianos.
Además, el comunicado subraya lo que considera una “alianza nefasta” entre algunos grupos del crimen organizado y ciertos sectores políticos que, lejos de condenar estos actos violentos, los utilizan como herramientas para desestabilizar al gobierno y entorpecer el Plan Integral de Seguridad. El gobierno de Ecuador también reafirmó su compromiso con el fortalecimiento de la seguridad y la construcción de nuevas cárceles de máxima seguridad, como la que está en construcción en Santa Elena, un proyecto clave en la lucha contra el crimen organizado y la corrupción.
Un ataque en medio de un conflicto armado interno
El ataque no es un hecho aislado. Se da en un contexto más amplio de violencia política y social, donde los grupos delictivos operan en alianza con ciertos actores dentro de la política, con el fin de socavar el proceso de paz y seguridad propuesto por el gobierno. La detención de líderes de organizaciones criminales, junto con la reforma del sistema penitenciario, ha puesto a las autoridades en la mira de estos actores desestabilizadores.
La Presidencia de la República ha manifestado que no cederá ante quienes buscan generar caos y desorden. Además, destacó la importancia de la unidad entre las autoridades locales y el gobierno nacional para enfrentar estas amenazas y garantizar la seguridad de todos los ecuatorianos.
Este ataque es un claro recordatorio de los retos que enfrenta el país para restablecer la paz. El gobierno de Ecuador ha reiterado su apoyo a las autoridades locales de Santa Elena, con quienes está trabajando estrechamente para fortalecer la seguridad en la provincia y en todo el país.
Reacciones y próximos pasos
Las autoridades locales de Santa Elena, apoyadas por fuerzas de seguridad nacionales, están trabajando para esclarecer los detalles de este ataque. Se prevé que las investigaciones determinen la identidad de los responsables y los posibles nexos con otros grupos criminales. La construcción de la nueva cárcel en Santa Elena es considerada una pieza clave en la estrategia del gobierno para enfrentar la creciente violencia en las cárceles y la expansión de las organizaciones delictivas.
El gobierno continúa avanzando en su plan integral de seguridad, con un enfoque particular en la construcción de infraestructura penitenciaria que permita el control y desarticulación de bandas criminales.