El gobierno de Noruega ha dado un paso audaz hacia la protección de los menores en el entorno digital. En una medida que podría ser una de las regulaciones más estrictas a nivel mundial, el primer ministro Jonas Gahr Støre, junto a la ministra de Infancia y Familia, Kjersti Toppe, ha presentado una propuesta para aumentar la edad mínima de acceso a las redes sociales de 13 a 15 años.
Este cambio surge en respuesta a la creciente preocupación por la influencia que los gigantes tecnológicos ejercen sobre los menores y sus patrones de desarrollo. Con esta medida, el gobierno noruego busca proteger a los adolescentes en una etapa crítica, en la que pueden ser especialmente vulnerables a la presión de contenido, redes sociales y la manipulación de algoritmos.
“La iniciativa es un esfuerzo para proteger a los menores de los riesgos inherentes en las plataformas digitales”, expresó Støre. Además, Toppe resaltó que “los jóvenes están en una etapa de su vida donde necesitan apoyo y cuidado, y no exponerse a ambientes virtuales que pueden afectar su desarrollo mental y emocional”.
La propuesta busca fortalecer el compromiso de Noruega hacia el bienestar y el desarrollo seguro de sus jóvenes. Aunque aún debe pasar por un proceso de aprobación, de implementarse, este cambio podría marcar una pauta en la regulación de redes sociales y menores en el ámbito internacional. Noruega espera así que otros países puedan considerar regulaciones similares para proteger a sus ciudadanos más jóvenes.