La madrugada de este domingo 20 de octubre de 2024, se registró un grave incidente en el que el vehículo del candidato presidencial Jimmy Jairala fue baleado mientras circulaba por el norte de Guayaquil. Afortunadamente, Jairala no se encontraba en el automóvil en ese momento. Sin embargo, su hijo Diego Jairala, junto a su novia y amigos, estaban en el vehículo que fue atacado a las 02h00, cuando regresaban a su destino. El chofer de seguridad, que manejaba el auto, fue gravemente herido tras recibir cuatro impactos de bala y fue trasladado de inmediato a un hospital donde se encuentra en recuperación.
Este atentado ha causado consternación en el ámbito político y ha puesto de manifiesto la creciente violencia que rodea la campaña electoral en Ecuador. Durante una rueda de prensa el mismo día, Jimmy Jairala denunció el ataque, pero aclaró que no pretende hablar desde una perspectiva personal, sino hacer un llamado urgente a todos los candidatos presidenciales para que tomen medidas extremas en cuanto a la protección de sus familias y seres queridos.
Jairala expresó: «Dios protegió a mi familia, y el custodio está en recuperación. Estoy agradecido por eso», pero añadió que el verdadero motivo de su declaración era advertir a los otros 15 candidatos presidenciales sobre la gravedad de los riesgos que enfrentan durante esta campaña electoral. El candidato instó a sus colegas a redoblar la seguridad en torno a sus familiares, subrayando que los peligros no solo los afectan a ellos, sino también a sus seres queridos.
Un llamado a la protección familiar
Jairala fue enfático en resaltar que la violencia podría afectar a cualquiera de los candidatos y advirtió: «Empezaron conmigo, pero el siguiente puede ser cualquiera de ustedes o de sus seres queridos». Insistió en la necesidad de reducir las apariciones públicas y extremar las medidas de seguridad para proteger a las familias de los aspirantes presidenciales. En sus palabras: «Entre menos se expongan a la calle, mejor».
El candidato también hizo un llamado a los responsables detrás de estos actos violentos, recordando que incluso en los peores contextos existe un código de respeto hacia las familias. Jairala subrayó que, si bien los candidatos son conscientes de los riesgos que conlleva su participación en la campaña electoral, las familias no deben ser involucradas en estos conflictos políticos. «Hemos medido cuáles podrían ser las consecuencias, pero nuestras familias déjenlas afuera», concluyó con firmeza.
Preocupación por la creciente violencia en el contexto electoral
Este ataque ha aumentado la preocupación en el ámbito político ecuatoriano, destacando la necesidad urgente de reforzar la seguridad en un contexto de creciente violencia e intimidación. La campaña presidencial de 2024 ha estado marcada por diversos episodios de inseguridad, lo que obliga a los candidatos a tomar medidas más estrictas para protegerse a sí mismos y a sus familias.
El incidente contra Jairala es el más reciente en una serie de actos violentos que afectan no solo a la política, sino también a la vida diaria de los ecuatorianos. Las autoridades investigan el ataque mientras Jairala continúa con su campaña presidencial, comprometido con garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ecuatorianos.